fernando reyes franzani
PRIMERA APROXIMACIÓN
TENTATIVA A LA ESTRUCTURA DE RESIDENCIA EN LA TIERRA
Residencia en la Tierra son dos libros: ‘Residencia en
la Tierra 1’, y ‘Residencia en la Tierra 2’. Hay un tercero llamado ‘Tercera
Residencia’. Ese tercero no será tomado en cuenta. No es residenciario. Hacia
el final se probará el motivo de la afirmación.
Esos dos textos, el 1 y el 2, se los considerará un
solo libro. También se mostrará la razón profunda de ello.
Son poemas construidos a lo largo de diez años de la
vida de Neruda. Desde 1925 a 1935. Desde un joven Neruda de 21 años a un adulto
de 31.
Es casi abismante que poemas construidos a lo largo de
diez años, hayan sido dejados al interior de una estructura compleja y sutil.
Pero así fue. Para lo cual Neruda hasta tachó, dejó afuera, poemas creados
durante esos mismos años. Poemas que resultaron ser no residenciarios. Se lo
mostrará también. Y necesariamente corrigió y readecuó los poemas para la
obtención de la estructura implícita en que los dejó. (Un ejemplo: escribió a
un amigo que su libro sería llamado <Colección nocturna> en 1927, y más
adelante cambió de opinión y decidió que sería “Residencia en la tierra”, y
readecuó y dio forma, que también se probó no definitiva, a finales de 1929,
momento en que además al parecer readecuó el conjunto que hasta el momento
llevaba escrito, y a comienzo de 1930 escribió un poema con el nombre de
‘Colección nocturna’, y dejó fuera otro no del todo bien identificado). Ver
“Neruda, la biografía literaria” de Hernán Loyola, página 424, donde los hechos
se interpretan de otro modo, pero muestran lo referido: Neruda estructuraba.
En todo caso, ésta no será, no puede serlo, una
lectura genética. (Pero una tal lectura sería muy interesante e instructiva de
realizar después de la estructural, detectando las modificaciones y constatando
el por qué de ellas; por lo demás el material de base ya existe en las
investigaciones de Hernán Loyola; pero aconsejaría primero determinar el orden
cierto de escritura de los poemas con confirmación en primeras publicaciones, y
dejar abierto la fecha de producción del resto. En el desarrollo de este
trabajo se entenderá mejor el por qué de estos decires.)
En adelante nos olvidaremos de Neruda, de su vida,
(ojo: en la medida de lo posible, que, como tontería que es, se mostrará imposible).
Nos concentraremos exclusivamente, en lo estructural, en el hablante
residenciario que es, a no olvidar, un poeta: ése que entraba cantando como con
una espada entre indefensos.
“Residencia en la Tierra” está en su apariencia divido
en dos partes: 1 y 2. La primera parte subdividida en cuatro sub-partes: 1.1,
1.2, 1.3 y 1.4. La segunda subdividida en seis sub-partes: 2.1, 2.2, 2.3, 2.4:
(titulada “Tres Cantos Materiales”), 2.5, y 2.6. (Se ha substituido 1 en vez de
I, 2 en vez de II, etc. para un más fácil seguimiento; en la numeración romana
original de las partes de los libros, muy bella puede parecer la numeración
romana, pero no es la más adecuada para mostrar series de fácil atrape, y,
cuando se trata de sumar y comparar, los árabes fueron superiores en gracia de los
indios).
Del lado de la parte 1:
1.1, que
incluye a ‘Galope Muerto’, presenta 20 poemas. De los cuales 4 están en
cursiva.
1.2, 6 poemas,
de los cuales 5 se presentan en prosa. Ninguno de los 6 en cursiva. (Nunca más
reaparecerán poemas en prosa, como si fueran, y los son, los únicos de esa
característica).
1.3, 4 poemas.
1 en cursiva; y,
1.4, 3 poemas.
Ninguno en cursiva.
En total, 33 poemas, de los cuales, 5 en cursiva, y 5
en prosa. (Curiosa simetría).
Del lado de la parte 2:
2.1, 4 poemas. De
los cuales 2 en cursiva, y un tercero que finaliza en cursiva. (¡Un poema que
realiza extraña interrelación! ¿Significará algo?).
2.2, 6 poemas.
1 en cursiva.
2.3, 3 poemas.
Ninguno en cursiva.
2.4, 3 poemas.
Ninguno en cursiva. Es la sub-parte con título independiente: “Tres Cantos
Materiales”.
2.5, 3 poemas.
Ninguno en cursiva; y,
2.6, 4 poemas.
1 en cursiva. (Como si al final, existiera el cierre de los poemas en cursiva).
En total 23 poemas. 4 en cursiva, otro mezclado, y
ninguno presentado en prosa.
En el total de “Residencia en la Tierra”: 56 poemas.
De los cuales 9 en cursiva. Otro finaliza en cursiva. Y 5 en prosa.
Presentada así la materia contenedora, se parece a una
estantería, o a casillas de correspondencia, donde los poemas han sido depositados.
Eso no da para estructura que valga el nombre. Como papas en sacos, sacos de
papas en dos grandes sacos; y esos dos últimos en otro. Sacos de poemas al
interior de sacos de poemas al interior de un libro de poemas. Como una inmensa
cantidad de libros de poesía en Chile; y en otros lugares.
Ni siquiera constatar que cada uno de esos poemas
tiene un hablante modifica la apreciación emitida. (A menos que se logre probar
que es siempre el mismo hablante, cambiando de piel). Algunos ingenuos, como los
ingenuos de ‘Galope Muerto’, podrían creer que el hablante es Neruda... y esa
sería la prueba!
Pero no hay tal. Si se aceptara aquello, no veo cómo
se podría rechazar la hipótesis, arbitraria, que “Crepusculario” es parte
también de “Residencia en la Tierra”, y que “Tercera Residencia” también lo es,
y que “Alturas de Macchu Picchu” forma parte de ella, etc. etc. ya que todos
esos libros también fueron escritos por Neruda.
Puesto que “Tres Cantos Materiales” fue primero
publicado en separata, y sólo después vino a radicar en “Residencia en la
Tierra 2”, en última mirada, se pertenece a “Residencia en la Tierra” o no,
según Neruda lo haya decidido. ¡Eso es muy cierto!; pero ese voluntarismo de
Neruda no forma la estructura de “Residencia en la Tierra”: solo arma un saco
de poemas, como tres sacos al interior de otro. (“Residencia en la Tierra 1”,
“Residencia en la Tierra 2”, y esta incluye “Tres Cantos Materiales”).
Si aquí disertáramos sobre estructuras, y de vez en
cuando intercaláramos las palabras ‘hablante’ y ‘dinámico’, y ‘Residenciario’ y
‘todo’ y ‘parte’ y ‘muchas otras’, como función por ejemplo, al final
mostraríamos que sabemos mucho de estructuras, y nada de la estructura de
“Residencia en la Tierra”. (Solo mostraríamos que tenemos fe que la tal
estructura existe, aunque no le hayamos podido agarrar el rabo, o, se nos haya
transformado en un saco tan repleto que ya no tiene orejas.)
Hemos comenzado clasificando. Y no ha sido un mal
comienzo. Apreciamos por dónde no va la respuesta. Se intuye por dónde debe ir.
Y nos damos cuenta que si la tal estructura existe, es obra de Neruda, pero
actualizada a través del hablante residenciario.
Es necesario afinar algo de la lectura de los poemas
mismos. Al menos en lo más general.
UN AVANCE HACIA LA ESTRUCTURA
DE RESIDENCIA EN LA TIERRA
Dejemos, analíticamente, de lado, por ahora,
“Residencia en la Tierra 2”, y concentrémonos en la parte 1.
Tiene cuatro subpartes bastante dispares entre sí. La
primera, toda en verso, con 20 poemas, de los cuales 4 están en cursiva, y se
inicia con ‘Galope Muerto’ el poema rector de toda la Residencia. La segunda
subparte contiene 6 poemas de los cuales 5 están presentados en forma de prosa.
La tercera contiene 4 poemas de los cuales 1 es en cursiva. La parte cuarta tiene
solo 3 poemas, y ninguno en cursiva, y donde aparece el poema final ‘Significa
Sombras’.
Detengámonos en la distribución de los poemas en el
total, y la distribución de los poemas en la parte 1.1, que es la más pesada en
términos numéricos, y realicemos un análisis, apoyado en una lectura
preliminar, de los poemas que parecieran significativos.
A Continuación las tablas numéricas de las
distribuciones:
Distribución de
textos en Residencia en la Tierra 1
|
|||||
Poemas en y de
|
En verso
|
En verso en cursiva
|
Total en verso
|
En prosa
|
Total de Poemas
|
1.1
|
16
|
4
|
20
|
0
|
20
|
1.2
|
1
|
0
|
1
|
5
|
6
|
1.3
|
3
|
1
|
4
|
0
|
4
|
1.4
|
3
|
0
|
3
|
0
|
3
|
Total
|
23
|
5
|
28
|
5
|
33
|
Frecuencia
|
69,7%
|
15,2%
|
84,8%
|
15,2%
|
100,0%
|
|
|
|
|
|
|
Tabla de
frecuencias
|
|||||
1.1
|
69,6%
|
80,0%
|
71,4%
|
0,0%
|
60,6%
|
1.2
|
4,3%
|
0,0%
|
3,6%
|
100,0%
|
18,2%
|
1.3
|
13,0%
|
20,0%
|
14,3%
|
0,0%
|
12,1%
|
1.4
|
13,0%
|
0,0%
|
10,7%
|
0,0%
|
9,1%
|
Total
|
100,0%
|
100,0%
|
100,0%
|
100,0%
|
100,0%
|
|
|
|
|
|
|
Distribución y tipo
de poemas en 1.1
|
|||||
1 Poema Rector
|
+ 9 poemas en
verso, (3 en cursiva)
|
+ 1 poema divisor
|
+ 8 poemas en
verso, (1 en cursiva)
|
+ 1 poema conclusor
|
= Total de poemas
|
Galope Muerto
|
6+3
|
Colección Nocturna
|
7+1
|
Sonata y
Destrucciones
|
20
|
Estamos, por tanto, iniciando el análisis de la misma
manera en que se inició el análisis de ‘Galope Muerto’: clasificando, a ver si
se obtiene algo.
Y en la parte 1.1 se han hecho aparecer los poemas
‘Galope muerto’, ‘Colección nocturna’ y ‘Sonata y destrucciones’ como
destacados, como divisores, como más significativos estructuralmente que los
otros. Del primero y del último nadie pondría objeción alguna en destacar su
realce, fueron dejados en la primera y en la última posición: si existe
estructura valedera, aquellos son sitiales destacados en la distribución de
poemas al interior de un libro que no sea simplemente un conjunto arbitrario de
poemas.
El problema se presenta con ‘Colección nocturna’. ¿Por
qué ese, y no otro, se lo debe considerar como estructurador también del
subgrupo?
Existe una razón externa, superficial, y otra interna
valedera. Comencemos por la menos importante: El joven Neruda, como lo muestra
Hernán Loyola en “Neruda. La biografía literaria”, estuvo durante un cierto
tiempo dominado por la idea de titular, a todos los nuevos poemas producidos
hasta ese momento, <Colección nocturna>. Ese habría sido un título temporal
del nuevo libro: antes que se residenciaran los poemas. Este hecho muestra, es,
un índice de la validez de ese poema como divisor de la subparte 1.1.
Y las razones internas: Además, el poema en realce,
reside en la posición undécima de 20 posiciones; si dejamos fuera ‘Galope
Muerto’, por la razón que es el primero no solo del sub grupo sino de la
totalidad, entonces, ‘Colección nocturna’ ocupa la posición décima entre 19, es
decir, está en la posición media; si agregamos la lectura de los poemas, cualquiera
notará que existen tres que tienen contenido y forma conclusiva, como si en
ellos algo estuviera terminando: ‘Colección nocturna’, ‘Sonata y destrucciones’
y ‘Significa sombras’. Este último es el poema final de toda “Residencia en la
Tierra 1”; y el anterior mencionado es el poema final de la subsección 1.1;
esto deja ‘Colección nocturna’ en un sitial divisor de la subsección en que
reside. Y establece a ‘Alianza (sonata)’ como el poema inicial de la
subsección, un poema que no está en cursiva.
(Alguien, por ahí, situó a ‘Arte poética’ como el poema que cumplía ese papel. Eso no es más
que descuido. Loable, pero inadecuado. Loable puesto que es un arte poética, (y
se dice, el primero explícito construido por Neruda); sabemos que Neruda, ya
había intentado varios, (sin tal nombre, pero con tal función: i.e. ‘Mariposa
de otoño’, ‘Poema XX’, ‘La canción desesperada’), y además: ya sabemos que
‘Galope muerto’ es el verdadero arte poética de “Residencia en la Tierra”);
inadecuado porque ‘Arte poética’ es un
poema que reconoce jefatura, no es un capitán, es un cabo. ‘Arte poética’ está subordinado a ‘Tango del viudo’; es estructuralmente
posterior a ‘Tango del viudo’, y,
¿curioso o significativo?, ambos están en cursiva.
La subordinación de ‘Arte poética’ a ‘Tango del viudo’
ya fue mostrada y probada por Hernán Loyola en “Neruda. La biografía
Literaria”. (Es posible que lo haya hecho en libros anteriores también. No lo
sé).
Recuerdo, sin citar el libro de proveniencia, los
argumentos de Loyola: ‘Tango del Viudo’
contiene los versos: “He llegado otra vez
a los dormitorios solitarios, / a almorzar en los restaurantes comida fría, y
otra vez / tiro al suelo los pantalones y las camisas, / no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las
paredes.” (Toda una anticonstación de cómo es la vida, decorativa-segura,
de los casados). ‘Arte poética’, (en
la posición nada de significativa, décimo séptima), ecoiza. “tengo... / ...como un olor de casa sola / en
la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios, / y hay un olor de
ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores,”, y, también significativo,
usan el mismo tipo de verso de arte mayor ambos poemas.
¿Y cuál es el poema que está en la posición
numéricamente central, es decir, la inmediata anterior a ‘Colección nocturna’,
si no se excluye a ‘Galope muerto’?: ‘Lamento
lento’, ¡otro poema en cursiva! Algo, al parecer, Neruda se traía entre
manos.
Porque, y es definitivo, si hay estructura que valga
en “Residencia en la Tierra”, esa es obra de Neruda. Él deja al hablante de
modo tal que organice la estructura, si es que existe. Un poeta no puede
esperar que ella surja, si es que debe existir, por obra de los hados. Y ya se
sabe cómo es que la logró al interior de poemas, que individualmente no eran más
que un conjunto desorganizado de poemas, cuando reestructuró para “Veinte
poemas de amor y una canción desesperada”: ajustó al hablante e impersonalizó
de varias hacia una, a las amadas que fueron tratadas poco menos que como
naturaleza: blancas colinas, muslos blancos).
Las razones externas y las internas muestran que es
‘Colección nocturna’ el poema divisor de la sub-sección 1.1.
Pero agreguemos conclusiones significativas desde el
análisis de ‘Galope muerto’, realizado en la primera entrega (aún no publicada):
“se ha descubierto que el hablante es un ateo
materialista, que está como atenazado entre las exigencia del amor y la
exigencia del hacer porque es poeta”.
“El hablante de Galope
muerto es un poeta, que además sufre de una ausencia, y se muestra en imágenes
guerreras. En el resto de “Residencia en la tierra” debiéramos encontrar poemas
de ese poeta. Debiéramos encontrar explicaciones de la lucha, de esa guerra, de
ese otro asedio sobre las palabras. Debiéramos encontrar una explicitación de ese
sentimiento de ausencia. Y debiéramos encontrar su respuesta actuante ante el
misterio de la vida, a través de su hacer como poeta, o a través de su actuar
para superar esa ausencia de amor.”
“Y si es un residir en la
tierra, debiéramos encontrar indicios, sugerencias, percepciones, acerca de
cómo es esa tierra, como es esa sociedad, en la cual vive lucha y sufre de
ausencia. Por supuesto que también debiéramos encontrar los ausentes: quiénes y
cómo son los otros residentes. Y si sufren o no de muerte.”
“El hablante de ‘Galope
muerto’, ese ser hecho de palabras, y que vive para las palabras, (es un
poeta), está entre dos acicates: su problema de ausencia, y la lucha con las
palabras, y una exigencia: el ansia de trascender”.
Ya nos damos cuenta concreta de por qué ‘Galope
muerto’ debía ser analizado primero, en sí, como momento rector, o jamás
saldríamos de las apariencias que envuelven y manifiestan a “Residencia en la
tierra”.
Regresemos a las áridas estadísticas mostradas en los
cuadros. (Aconsejo sacar fotocopia, y ayudarse de la tabla, de lo contrario
allá lejos atrás, y ahora como la que tengo sobre el escritorio, para su
lectura; (la voy a buscar, se me quedó en la cucha)):
Pero antes, presentemos los poemas de la sección 1.1,
con exclusión de ‘Galope muerto’, puesto que es el poema rector de toda la vida
residenciaria:
Distribución y tipo
de poemas en 1.1 (Excluido ‘Galope Muerto’)
|
|||||
1 Poema Inicial
|
+ 8 poemas en
verso, (3 en cursiva)
|
+ 1 poema divisor
|
+ 8 poemas en
verso, (1 en cursiva)
|
+ 1 poema conclusor
|
= Total de poemas
|
Alianza (sonata)
|
5+3
|
Colección nocturna
|
7+1
|
Sonata y
destrucciones
|
19
|
¿No dice algo, re afirmativo, la aparición de una
estructuración de posicionamiento exquisitamente simétrica? Y con ‘Colección
nocturna’ en la posición central. (‘Arte
poética’ está situado en la posición décimo sexta. Nadie niega su
importancia como poema. Sólo se establece que no es una importancia
estructuradora). En cambio los poemas inmediatos anteriores a los poemas
divisores son ‘Lamento lento’ en
cursiva, y ‘Ángela adónica’. Definitivamente, Neruda, está haciendo resaltar
los posicionamientos en que dejó a los poemas. No cabe duda. Ya lo veremos.
(Y no crean ustedes que solo a un ingeniero comercial
se le ocurre hacer uso de estadísticas, posiciones y distribuciones. Dámaso
Alonso lo hizo para comparar el estilo de San Juan de la Cruz con el de
Garcilaso, en obra citada en la primera entrega).
Desde el análisis de ‘Galope muerto’ sabemos que las
menores sutilezas del hablante son significativas, y a veces, cruciales. ¿Por
qué no habría de ser lo mismo, jugar un papel significativo, con las sutilezas,
en la formación de la estructura de “Residencia en la tierra”?
En particular: ¿poemas en prosa, y poemas en cursiva:
son meros adornos, las grafías? ¿Cuatro poemas en la sección 1.3, con el último
de ellos en cursiva, es un idiótico capricho?, ¿cinco poemas en prosa, y cinco
poemas en cursiva son una afortunada coincidencia? ¿Ningún poema en cursiva en
la sección final, fue un olvido? ¿las llamadas canciones, son decorativos
adornos, y como tales despreciables? Todo depende de ‘meras’ cosas. ¡Esa es la
cuestión!
La prosa, en narrativa, a un lector, le dice que ‘algo
allí ocurre’, o al menos ‘que algo debiera ocurrir’. Los versos, por el contrario,
le indican, ‘si algo ocurre no es lo importante’, ‘más bien son emociones,
significados formados en torno a emociones’; la prosa: el mundo real, (lo real
inventado), los versos: el mundo de los sueños, (los sueños imaginados).
¿Y qué nos dicen las cursivas? Ah, es que se está
citando. (Como ejemplo, lean “Neruda. La biografía literaria” y verán poemas
citados en cursiva, y no entre comillas, que en “Residencia en la Tierra” no
están en cursivas. Y cuando se citan los en cursiva, no se les adiciona
comillas: ¿síntoma, para ese autor, de que las cursivas son adorno superficial,
no significativo? Sí, pareciera que sí).
Por eso es que con “Residencia en la tierra” se está
obligado a citar “Como cenizas,” y “Oh
Maligna, ya habrás hallado la carta,” o cometeremos acciones reductoras,
intencionales o por descuido.
Si las cursivas son significativas, entonces, el
hablante residenciario, en los poemas en cursiva está “citando” de otro libro. Usa cursivas, lo cual lo exime de poner
entre comillas. Si nosotros citamos una cita en cursiva, y no queremos perder
algo importante, debemos citar entre comillas lo en cursiva, conservando las
cursivas y no eliminándolas.
(No haciéndolo así, se comete un error, tal vez no
intencional, en el que muchísimas antologías incurren con estos poemas en
cursiva de “Residencia en la tierra”, ver por ejemplo, la de Rafael Alberti: y
hasta en libros de análisis se lo hace, ver “Neruda la Biografía literaria”; lo
que al menos indica, que a las cursivas de esos poemas no se les da ninguna
importancia, como si fueran no más que un capricho gráfico de Neruda; en la
antología de Alberti, pueden encontrar “Sólo
la muerte” y “Vuelve el otoño”,
presentados en grafía normal; y en el libro de Loyola, aparece ‘Galope muerto’
citado en cursivas!, al parecer indicando que es una cita?, y ‘Caballo de los sueños’ citado en
cursivas no entre comilladas!, lo cual indica que a las grafías originales,
cursivas o no cursivas, no se les ha dado la más mínima relevancia).
Ya tienen ustedes explicitada la intuición central que
guió este trabajo de indagación.
Los poemas en prosa: algo allí ocurre. ¡Ocurre la
residenciación del hablante!
Los poemas en
cursiva: algo allí se sueña. Son los poemas del hablante residenciario que
es un poeta. (Recuerden que Neruda no es el hablante residenciario, es el autor
o demiurgo de los poemas). El hablante de ellos, de los poemas en cursiva, no
es el poeta autor de Residencia en la Tierra, es el hablante del poeta residenciario que a su vez en un ser hecho de
palabras. Un ser hecho en palabras
creado por otro ser hecho de palabras. (Por supuesto que Neruda ha construido a
ambos, pero aquí no estamos lidiando con la vida de Neruda, sino con una obra
literaria, un libro de poemas.
Aquello, sí, pareciera ser una aproximación a una
estructura de verdad, sutil, compleja, significante. Una que reestructura a los
propios poemas, los distribuye, les da significado interno al libro “Residencia
en la tierra”, que al menos se muestra como un libro que contiene a otro. Los
poemas en cursiva son un libro al interior del libro donde radican.
Bueno, una cosa es tener una intuición. Otra cosa es
probarla.
Similar intuición para con los poemas en prosa, son
poemas que ya no son sueños, allí algo ocurre en la vida residenciaria: son
poemas donde la vida residenciaria se construye en palabras, más específico:
son poemas donde el hablante residenciario se residencia en la tierra y
despliegan su vida residenciaria.
A una intuición se la puede rebatir con otra. Hasta se
la puede desechar con la contra intuición, en su mismo plano.
Insistamos en las cursivas: Dos meses pasé dándole
vueltas al hecho de por qué era ‘Tango
del viudo’ el poema en cursiva, cuando me parecía a primera vista que lo
debía ser ‘El fantasma del buque de carga’. Que Neruda los hubiera dejado así,
no me parecía argumento suficiente. (Ya después nunca más dudaría de las
sutilezas del demiurgo).
Como se ve, se está valorando el hecho de que el 18,2%
de los poemas están en cursiva, y el 18,2% de ellos están en prosa.
La posición significativa de ‘Tango del viudo’, en cursiva, como remate de la sección 1.3. La
perfecta distribución simétrica de los poemas, todos en verso, al interior de
la sección 1.1, (donde, hipótesis en principio, no debiera pasar nada). Los relevantes
lugares que en las subsecciones de 1.1 adquieren los poemas ‘Lamento lento’ en cursiva, y ‘Ángela
adónica’. El hecho que la sección final, (la 4), concluyente, tiene tres
poemas, ninguno en cursiva, el primero de los cuales, concluye respecto del
hablante, el segundo, lo hace respecto del tiempo, y el tercero y final, lo
hace respecto de toda la “Residencia en la Tierra 1”, con una explícita
declaración de triunfo y permanencia del hablante residenciario, del poeta
residenciario.
(Otras sutilezas tomadas en cuenta fueron: No hay
imágenes guerreras, para nada, ni por asomo, en tres poemas: ‘Ausencia de
Joaquín’, ‘Entierro en el este’, y ‘Ángela adónica’, (los tres poemas en
verso). Como si diciendo: con la muerte no se lucha, es invencible. ¿Y qué dice
en ‘Ángela adónica’?: lo dejaremos para más adelante).
¿Y los otros poemas de la sección 1.3? Esos tres
poemas: ‘Caballero solo’, ‘Ritual de mis piernas’ y ‘El fantasma del buque de
carga’, vienen a explicitar algo esperado desde el análisis de ‘Galope muerto’,
y en esta primera aproximación, sugeriremos apenas lo necesario: ‘Caballero
solo’, el problema subyacente de la ausencia amorosa, la soledad radical del
hablante. ‘Ritual de mis piernas’ la explicitación en voz del hablante, cuando
se hace sabio y representante universal del género, ya que se hace lo masculino
y lo femenino, del papel metafísico distorsionador del molino de las formas,
del lenguaje humano, y las extrañas formas de la percepción moral mediadas por
el lenguaje. Y ‘El fantasma del buque de carga’ es la alegoría perfecta del
mundo residenciario. Son, por tanto, tres poemas tal vez rectores, que deben
tomarse en consideración en un nivel similar, y solo subordinados a, ‘Galope
muerto’. (Se ha adelantado algo que deberá ser probado, o modificado si se
encuentran razones para ello).
Nos queda ‘Tango
del viudo’. Por su forma de estar situado en 1.3 es también un poema
rector, posiblemente no global pero de “algo”. Por su posición en un sitial
importante, y por su grafía en cursiva, debe ser el poema reestructurador, ya
sea solo o en compañía de otro u otros, de “Residencia en la tierra 1”, o,
fracasamos: no hay estructura que valga.
En fin, allí se encuentra otra sutil clave.
Pero no es solamente la intuición de lo significativo
de las cursivas de 5 poemas, lo significativo de la prosa de 5 poemas, y el
lugar que pareciera que ocupa ‘Tango del
viudo’, poema en cursiva acompañado en su sección por poemas que parecieran
rectores: ‘Ritual de mis piernas’, ‘Caballero solo’ y ‘El fantasma del buque de
carga’.
Además se tienen otras tres extrañas singularidades
que parecieran apuntan a indicaciones de estructura:
La luminosidad, metricidad, ritmicidad, tradicionales,
de ‘Ángela adónica’, las que parecieran indicar, yo, este poema, tan distinto
del resto de mis hermanos, soy así, tan diferente, por el papel significativo
que juego: ténganlo en cuenta.
El estar en grafía de cursivas del poema ‘Lamento lento’, como diciendo: el que me
parezca tanto a ‘Madrigal escrito en invierno’ no es más que una apariencia engañadora,
con mis cursivas grito que soy otro muy diferente, otro es mi papel, otras
relaciones soporto, indaguen.
Y, esa extraña forma de comenzar y de terminar de ‘EL
JOVEN MONARCA’: se inicia con “Como continuación de lo leído y precedente de la
página que sigue”, y ocurre que no es continuación de ‘EL DESHABITADO’, ni
precede a ‘ESTABLECIMIENTOS NOCTURNOS; (los poemas que están en su entorno
físico al interior del libro), como si insinuara: no me refiero a mi lugar
aparente en el libro, aquello que ves, allí donde fui depositado, sino a mi
posición significativa, a mi posición según consideraciones provenientes de la
esencia, indaguen y verán; y termina, ese poema en prosa, contradiciendo su
decir aparente anterior, con “lloro a mi ausente”, como para preguntarse ¿de
qué ausente se trata? justo cuando está tendido junto a su esposa guerrera;
pero a ella, la sitúa no al lado de él, el joven monarca, sino que al lado de
‘mi rumor tan venido de lejos’. Extraños decires contradictorios, como
indicando, este poema también, al parecer, juega un papel estructurante del
todo.
Después de mucho darle vueltas a todo aquello, de
analizar en detalle los poemas, de comprobar sus intratextualidades, finalmente
los poemas dieron su veredicto: la estructuración de ellos en una organización
significativa que emanada desde los poemas, da, a cada uno de ellos roles
específicos que provienen y soportan esa estructura. Y, esa misma estructura,
entrega significado a todos y cada uno de los poemas de “Residencia en la
tierra 1”: qué es el libro, a qué refiere, cómo refiere aquello, cómo el hablante
va desdoblándose, en un caso, y adoptando distintas máscaras, y hasta
contradictorias, para cumplir su papel de enunciante, desde un punto de vista
global y orgánico.
De ese modo quedan entendidas no solo las grafías en
uso, la forma versal, o no, de los poemas y las modalidades de un hablante que
finalmente son dos, y hasta dialogan entre ellos, sino también por qué esos
hablantes adoptan máscaras tan contradictorias, y emiten, en momentos
específicos poemas específicos, y no otros, y de cómo los emiten.
Y, finalmente, del por qué “Residencia en la tierra 1”
es un viaje desde una región mediterránea donde se vive en los sueños, en la
pura poesía, a la conquista de la poesía, (las imágenes guerreras), ese es el
viaje, a otra región, una tropical, pero no extraña, no exótica, (léanlos y
verán que no presentan los decires como dichos de exotismos, sino de lo
cotidiano y común y corriente), donde el hablante, por medio del amor, se
residencia, (la misión profética), conquista la poesía, y desecha a la poesía
antigua, su amor, y regresa triunfante y abatido; viaje por medio del cual, el
propio viaje y su viajero, fundan tanto el lugar desde el que va, su inicio,
aquello que debe conquistar superando, el mundo de los sueños; como el lugar al
que llega, el mundo residenciario, el mundo de la conquista, haciendo aparecer
el inicio como el mundo imaginario, poético, del mundo real, el mundo
residenciario, (que es mundo imaginado también!), aquel donde conquista a su
amor, la vieja poesía, y la desecha, y funda la nueva poesía, la poesía impura,
el mundo residenciario; y regresa afantasmado.
A la pasada, y no podía ser de otro modo, explicita de
modo casi detallado tanto las características sico-sociales del hablante
residenciario, en general, como las características socio-económicas de ese
mundo residenciario que termina no siendo más que uno, tanto el del inicio,
como el de la residenciación, como el al cual regresa, el viaje completo: el
mundo residenciario.
“Residencia en la tierra 2” no es más que la
continuación de lo anterior, allí se despliegan tres cosas: el dolor gigante
que al hablante le causa el haber abandonado a su amor, por medio de poemas, y
es la segunda cosa, donde muestra la conquista, (ausencia total de imágenes
guerreras y de misión profética, puesto que aquello ya fue realizado), ahora ya
como colonización de la poesía; y las características más específicas, (la
tercera cosa), concretas, alarmantes, de esa tierra-sociedad donde se
residenció, más otros avatares significativos que no adelantaremos, sino
rogamos al lector, esperar por su debido momento, y que son tres cosas más; que
meramente serán enunciadas: realizada la conquista de la palabra poética, en “R
en la T 1”, desplegada la colonización de la palabra poética en “R en la T 2”,
viene la liberación, la independencia, de la palabra poética en algún momento
de ese segundo libro; conjuntamente, el mundo residenciario es resquebrajado,
el hablante del hablante se despide,
el mundo residenciario es hecho estallar en pedazos, y asistimos a la
destrucción ritual del hablante residenciario. (¡Como libro al interior de la
vanguardia hasta contiene agonismo!).
Obvio, el ciclo residenciario allí termina. No hay
más. “Tercera residencia” no es residenciaria. El hablante residenciario ya
está pisado, destruido, por un buey, donde el hablante residenciario es esa
piedra, pisada por el buey= Neruda, que permanecerá como un testigo, esa
piedra, sin duda olvidada. Es un crimen ritual, simbólico, ya que la única
manera de destruir su mundo, además de hacerlo explotar en pedazos simbólicos,
y por tanto al hablante hacer como que muere: puesto que para su olvido
definitivo; sería, para lograrlo, de modo real histórico: necesario borrar todo
vestigio en la humanidad de “Residencia en la Tierra” como si nunca escrita, y
ello es imposible: sería necesario destruir a toda la humanidad, la cual, o
muchos al interior de ella, no parecen más que muy deseosos de hacerlo a través
de sus comportamientos económicos explotadores de hombres, y arruinadores de la
naturaleza, y sus formas de realizar una guerra moderna, lo que no es más que
otra concreción muy eficaz del comportamiento económico. ¡Nos salven los hados
que “Residencia en la Tierra” desaparezca!
La intuición central ha sido explicitada, en lo global
y en algunos de sus detalles: ahora debe ser probada. Y lo será, probada, a lo
largo del análisis que viene a continuación, en las siguientes entregas.
Resumen de las conclusiones
desde la intuición hilo conductor
Resumo lo dicho, y concreto, sin mayores detalles:
Residencia en la Tierra 1 es un libro que contiene dos
libros, el libro contenedor, el libro de los poemas del hablante residenciario,
y el libro contenido, el libro de los poemas en cursiva, el libro de los poemas
en la voz del hablante del hablante residenciario: los poemas que el hablante
residenciario escribe en su mundo de palabras a medida que ese mundo va siendo
construido en palabras.
Hay un poema rector de toda la Residencia: Galope
Muerto. Hay un poema nexo para con Residencia en la Tierra 2: El Fantasma del
Buque de Carga, que a su vez es el poema del viaje del retorno.
La primera parte de Residencia en la tierra 1 contiene
los poemas del mundo de los sueños, el cual termina, estructuralmente en
Colección Nocturna, poema no solo conclusor de esa parte, además, poema resumen
de toda esa parte, y poema del viaje hacia la residenciación en la tierra y
salida desde el mundo de los sueños.
Los poemas en prosa poética contienen la
residenciación,. Los poemas posteriores son parte de la vida residenciaria, la
cual, la vida residenciaria de Residencia en la Tierra 1 se da por concluida en
Sonata y Destrucciones; y los poemas de la sección 4 contienen el inicio del
retorno, y el poema conclusor final del libro en su totalidad: Significa
Sombras.
El viaje no es solo el viaje hacia la residenciación,
es además el viaje hacia la conquista de la palabra poética: conquista que se
declara en Significa Sombras de modo triunfal y permanente.
Y dos poemas Caballero Solo y Ritual de mis Piernas,
inician lo que será completado en la sección 2 de Residencia en la Tierra 2.
Todo esto es lo que ahora debe ser probado. Y además:
todos los detalles y sutilezas deben ser explicitadas y probadas.
Y además, pido que noten que los detalles generales
para con Residencia en la tierra 2 fueron dejados de lado en este resumen.(En
adelante continuaremos aquí analizando exclusivamente Residencia en la Tierra
1).
En el siguiente apartado avanzaremos con el desarrollo
de la intuición que llevó a estas conclusiones. Se explicitarán algunos
análisis de detalle de la intuición hilo conductor, y se adelantará la
organización estructural de los poemas, (el orden estructural orgánico de todos
y cada uno de los 33 poemas), y mostrará cómo se llega a ella.
(Mucho se ha explicitado, mucho se ha prometido: ahora falta PROBARLO).
Este apartado 4 contiene, más o menos, desde la página 7 a la página 22 del libro del cual se ha extractado este artículo.
frf 09 de junio de 2012
![]() |
... vendrán cuadros de doble entrada más complejos... |
No hay comentarios:
Publicar un comentario